ISRAEL GALVÁN Y REAL ORQUESTA SINFÓNICA DE SEVILLA - Carmen

Estreno absoluto

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Sábado 5 de octubre de 2024 - Teatro de la Maestranza: 20:30 horas

Ficha Artística

ISRAEL GALVÁN

CARMEN

Concepto, Coreografía y Baile Israel Galván

Música Georges Bizet

Dirección musical Maria Itkonen

con

Carmen Nancy Fabiola Herrera

Don José José Bros

Escamillo Darío Solari

cantaora Maria Marin

coro Mieskuoro Huutajat Oulu

director Petri Sirviö

Real Orquesta Sinfónica de Sevilla

Dramaturgia Charles Chemin

Vestuario Micol Notarianni

Iluminación Valentin Donaire

Dirección tecnica Pedro León

Producción: IGalván Company, Teatro de la Maestranza y XXIII Bienal de Flamenco de Sevilla

En co-producción con: Les Nuits de Fourvière – Festival International de la Métropole de Lyon

En colaboración con INAEM

Programa

Información próximamente

Notas

El encuentro entre Galván y Carmen parece inevitable. Ambos tan abiertamente sevillanos, al menos en apariencia. Porque Carmen es un arquetipo sevillano creado en el extranjero, en Francia, de la pluma de Prosper Merimée, autor de la novela homónima, más tarde musicada por Bizet. Aunque Galván es un artista de carne y hueso, su ascenso artístico debe también al extranjero una consagración que hizo que su talento fuera revalorizado en España y en su Sevilla natal.

Pero volviendo al encuentro, Galván ya ha demostrado que no teme enfrentarse a los clásicos, como hizo con El amor brujo de De Falla y La Consagración de la Primavera de Stravinsky. Reinterpreta las obras maestras con su personalísimo estilo, a la vez intimista y perturbador, siempre velado por un humor que no pretende desmitificar sino que forma parte del juego con el mito.

En este caso, va a la esencia de Carmen, define su historia de amor a través de los tres personajes principales, no pierde la musicalidad sino que la confía a tres cantantes de ópera y una cantaora de flamenco, en una contaminación necesaria para recrear la ópera en forma de danza. Apoyando a las voces y a la coreografía, una orquesta sinfónica como cabría esperar en Carmen, pero con una pincelada irreverente e inesperada al estilo típico de Galván: las voces finlandesas de un coro masculino de gritones. Un cortocircuito que en esta nueva ópera de Galván aporta frescura a un encuentro destinado a suceder.

 

CARMEN

de Miguel Álvarez-Fernández

Con frecuencia se ha descrito Sevilla como la ciudad más barroca del mundo. Sin duda, la danza de Israel Galván también lo es. La profusión de elementos, la acumulación de detalles, el regusto por el ornato, el gozo del adorno... Todo ello configura un modo de entender la vida como algo muy parecido al arte (o, quizá, un modo de entender el arte como algo mucho mejor que la vida).

Esa aproximación intensa y apasionada hacia la vida, ese vitalismo desenfrenado, podría remitirnos, más que al Barroco, a todo aquello que normalmente relacionamos con el Romanticismo. ¿Quizá, entonces, Sevilla no sea una ciudad esencialmente barroca, sino romántica? Seguramente esta idea constituya la mayor aportación de los ideólogos de "Carmen", desde Mérimée y Bizet hasta la penúltima reformulación del mito.

Hablamos de mitos, y ahí -junto a Carmen- ya podemos ubicar, con toda propiedad, a Israel Galván. También la idea del genio -nunca demasiado alejada de los ideales propios del Romanticismo- le acompaña (o, acaso, le persigue). Pero muy cerca del mito -y también del rito- está la idea de mentira, de falsedad (o de burla, o de parodia...). De nuevo, Barroco y Romanticismo danzan abrazados en Sevilla.

Por supuesto, en esta ceremonia no puede faltar la seducción, que aquí se manifiesta no solamente a través de la erótica del baile, sino también mediante esa categoría, esencialmente jonda, que es el embrujo. De nuevo se confunden, pues, deseo y engaño, ficción y realidad, mentira y autenticidad ("porque al final lo jondo es falso, pero lo falso es jondo", afirma Israel Galván).

¿Qué sucede, entonces, cuando Galván, desde su más plena madurez artística, se propone abordar estos mitos y estos ritos que han devenido constitutivos de una Sevilla que, por otra parte, es consustancial al bailaor? Parece metafísicamente imposible que Galván pudiese vivir en una ciudad distinta de esa que nunca sabremos si ama profundamente u odia profundamente (para los verdaderos románticos, la distinción entre amor y odio nunca está clara, sólo lo visceral es evidente).

En esa madurez de Galván que ahora nos toca celebrar aparece una extraña y sorprendente tendencia a simplificar, a reducir, a concentrar todos y cada uno de los gestos que componen su danza.

Se reúnen en su fisionomía, así, diferentes personajes. Carmen es un soldado, pero éste es un gitano, que se transforma en torero, que a su vez... El cuerpo (o, más bien, los múltiples cuerpos) de Israel Galván deviene(n), así, escenarios. O, más precisamente, campos de batalla donde se libran importantes luchas, siempre disfrazadas con los trajes del amor más tóxico: celos, engaños, triangulaciones, placer, dolor... Las políticas del cuerpo se (re)presentan aquí como una guerra en la que aún estamos incursos.

Todas estas amalgamas, lejos de disminuir la complejidad de la narración, hacen estallar las diferencias (de género, de clase social...) sobre las cuales se construyó -a través, precisamente, de obras como "Carmen"- eso que aún llamamos amor romántico (pero que quizá convendría denominar, más bien, el gran engaño, o la más funesta de las mentiras).

También son más precisas las ideas musicales que orientan las más recientes creaciones de Galván. Como resultado, en esta nueva "Carmen" se han seleccionado determinados pasajes; no necesariamente los más conocidos, pero sin duda algunos de los que hoy más nos desafían estética y políticamente.

La técnica, por su parte, queda desplazada a un lugar muy ajeno al virtuosismo, otra categoría esencialmente romántica -como casi todo lo que apareja control o dominación-: "La Carmen no hace falta que baile bien, porque los que bailan bien no son eróticos", sostiene Galván.

Ahora bien, pese a todos estos ejercicios de contención, ni Galván ni "Carmen" pueden evitar desbordarse, así que ahora la reflexión sobre lo exótico puede incluir voces y cuerpos procedentes de Finlandia, y esa "broma flamenca" que siempre ha sido esta ópera para Galván quizá ahora pueda sonar más jonda que nunca. Porque, según recordaba el pedagogo Jean Piaget, hay que jugar como juegan los niños: absolutamente en serio.

Biografía

Israel Galván

 

Premio Nacional de Danza 2005 en la modalidad de Creación, concedido por el Ministerio de Cultura, por su capacidad de generar en un arte como el flamenco una nueva creación sin olvidar las verdaderas raíces que lo han sustentado hasta nuestros días y que lo constituye como género universal. En 2012 se le concedió el Bessie Award for an Outstanding Production, de New York, y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes concedida por el Consejo de Ministros, y el National Dance Award for Exceptional Artistry (Reino Unido). En el 2016, ha recibido el título de Officier dans l’Ordre des Arts et des Lettres en Francia.

Hijo de los bailaores sevillanos José Galván y Eugenia de Los Reyes, desde los cinco años vive de manera natural los ambientes de tablaos, fiestas y academias de baile a los que acompaña a su padre. Pero no es hasta 1990 que encuentra su vocación por el baile. En 1994 entró a formar parte de la recién creada Compañía Andaluza de Danza dirigida por Mario Maya, comenzando una trayectoria imparable jalonada de importantes premios del flamenco y la danza tan livel nacional como internacional. Ha realizado numerosas colaboraciones en proyectos de muy distinta índole y con artistas muy dispares, entre los que destacan como referentes en su carrera Enrique Morente, Manuel Soler y Mario Maya, sin olvidar a Sol Picó, Pat Metheny, Vicente Amigo, Alfredo Lagos, Manuela Carrasco, Lagartija Nick, Fernando Terremoto, Miguel Poveda, Diego Carrasco, Gerardo Nuñez, Belen Maya, Chicuelo, Joan Albert Amargós, Diego Amador, Arcángel, Inés Bacán, Estrella, Niño de Elche, Morente…

En 1998 presentó ¡Mira! / Los Zapatos Rojos, primer creación de su propia compañía, alabado por toda la crítica especializada como una genialidad, supuso una revolución en la concepción de los espectáculos flamencos. Desde entonces se suceden: La Metamorfosis (2000), Galvánicas (2002), Arena (2004), La Edad de Oro (2005), Tábula Rasa (2006), Solo (2007), El Final de este estado de cosas, Redux (2008), La Curva (2010), Lo Real / Le Réel / The Real (2012), una particular reflexión sobre el holocausto gitano bajo el régimen nazi, por la que, en Mayo de 2014, recibió 3 premios Max de las Artes Escénicas : Mejor Espectáculo de Danza, Mejor Coreografía y Mejor Intérprete Masculino de Danza, FLA.CO.MEN (2013), TOROBAKA con Akram Khan (2015), La Fiesta (2017) presentada en el Patio de Honor de los Palacios de los Papas - Festival de Aviñon, Gatomaquia con el Circo Romanès en Paris (2018), y en 2019, año muy prolífico : Israel & Israel - creado en Yamaguchi, Japon con ingenieros informaticos especializados en la inteligencia artificial) El Amor Brujo de De Falla, Mellizo Doble, La Consagración de la Primavera (Stravinsky, estreno : Lausanne-Suiza). En 2020 estrena una nueva producción, Mellizo Doble, con El Niño de Elche. En 2021 durante la pandemia crea el cortometraje Maestro de Barra que es premiado con 2 Bessie Awards. Entre sus proyectos más recientes figuran el espectáculo Seises, por el festival Grec de Barcelona con la Escolania de Monserrat y Ri Te con Marlene Monteiro Freitas, un duo para el Festival d'Automne en Paris (2022).

A él se dedica uno de los retratos de la serie Move de Netflix sobre la danza.

Israel Galván es un artista asociado del Théâtre de la Ville de París.

Imágenes

ISRAEL GALVÁN.jpg

 

Logo Israel Galván

 

Teatro de la Maestranza
  • What

    Bienal de Flamenco

  • When

    05/10/2024 a partir de 20:30

  • Where

    Teatro de la Maestranza

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